martes, 28 de agosto de 2012

Equivocaciones y sus consecuencias

Publicado por Lili en 5:18

¡Hola Aventureros! 

¿Cómo andamos? Esta vez vengo antes que la última, aunque si es verdad que vengo con una aventura un tanto más pequeña pero, ¡Una aventura siempre es una aventura! ;) 

Como dije al final en la última historia, esta vez voy a hablar de horarios equivocados. Y trabajando en una empresa de transporte lo más lógico sería hablar de horarios equivocados de clientes (que creerme, hay demasiados horarios equivocados) pero no, esto me paso a mí y sólo a mí. 

El horario nos lo dan cada semana, por lo que hasta el jueves o viernes no sabes que horario tienes. Pues bien, leí el horario y descubrí que tenía turno de mañana y que entraba a las diez de lunes a viernes. No era mal horario, aunque salía un poco tarde. Trabajé de lunes a jueves, y entonces llego el viernes, que era mi último día y como sabréis todos (ya sea por las clases o el trabajo) el último día antes del descanso es en el que más cansado estás y sólo quieres dormir y pensar en las cosas que podrás hacer cuando tengas esos días libres. Me levanté a la misma hora de siempre e hice las mismas cosas de siempre, ¡E incluso salí antes! Por lo que llegué al trabajo como unos quince minutos antes. Entré en la taquilla y saludé a todo el mundo que estaba trabajando. Y estaba dejando las cosas en mi armario, cuando me dice mi compañera: "¿Tú no entrabas más tarde?" Y yo, pensando que se refería a que había llegado antes (porque siempre voy justita de tiempo) le digo: "He llegado sólo quince minutos antes, tampoco es muy temprano" Y ella: "Pues yo creía haber visto que entrabas más tarde" y se encogió de hombros atendiendo al siguiente cliente. Me quedé con la duda y fui a mirar el horario sólo para demostrar que yo tenía razón. Pero cual fue mi sorpresa que al seguir mi dedo en la línea en la que ponía Lidia y pararme en el viernes, ¡Descubrí que había un once en lugar de un diez! ¡Había entrado a trabajar una hora antes! Me empecé a reír y mi compañera me decía: "¿Ves? Te lo dije" mientras que mis compañeros se reían de mi pequeña desgracia. 

Pero dos cosas buenas pasaron ese día, estuve una hora desayunando en una cafetería cercana disfrutando del libro que me estaba leyendo; y esta fue la pequeña aventura con la que dije: "Tengo que escribir ya el blog" :)

Así que ya sabéis, mis consejos de esta semana: "Mirad bien los horarios, aunque nunca se sabe, puede desencadenar algo bonito el equivocarte de hora ;)" 

Próxima aventura: Matrimonios y otras proposiciones. 

Besos a montones

4 comentarios:

Lili on 28 de agosto de 2012, 5:21 dijo...

Reconozco que esta un poco rápido escrito y me ha quedado un poco raro, pero espero que os guste igualmente :)

Eva R. Hernández on 28 de agosto de 2012, 6:02 dijo...

Aquí tienes a una nueva seguidora de tus aventuras. Encantada de leerte, Lidia!

Patri :D dijo...

Me acuerdo de este día, cuando me lo contastes... Ayyyy mi Lily.

Lili on 15 de septiembre de 2012, 17:49 dijo...

¡Oh! ¡Eva! :) Jo, muchas gracias ^_^ ¡Me hace mucha ilusión que me leáis! ¿Qué tal te va todo? Espero que genial :D.

Ay que me pasa de todo Patri jejeje.

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