domingo, 17 de febrero de 2013

Despistes comunes

Publicado por Lili en 14:37 4 comentarios
¡Hola aventureros! 

Como un buen refrán dice "Nunca es tarde si la dicha es buena" y eso es lo mismo que va a ocurrir ahora al deciros: "Feliz año nuevo" :D Creo que nunca es mal momento para desearle la felicidad a alguien aunque haya pasado ya más tiempo del estipulado, al menos a mi me hace igual de ilusión una persona que se acuerda de mi cumpleaños el mismo día o la que se acuerda tres días después. 

Antes de empezar mis aventuras, os tenia que decir algo que en las anteriores historias os comenté, ¡aprobé el FIRST en inglés! :D Es algo que deseaba desde hace mucho y lo he conseguido, así que muchas gracias por aquel que pensé en positivo por mí, hizo su efecto :) 

Como dije en la anterior actualización, esta vez hablaría de los despistes. Ya os comenté mi gran despiste de los horarios, esta vez son un poco diferentes y también más divertidos, al menos cuando me ocurrieron me reí un montón. Así que espero que los disfrutéis :) 

Cuando la lengua se traba

Ese día era uno como otro cualquiera, no era un día en el que había mucha gente ni poca, lo normal para ser una empresa de autobuses. Pues bien, yo estaba en la taquilla como siempre y se acercó una chica muy simpática que la acompañaban su padre y su madre. Como siempre, la pregunté que es lo que quería y ella con una gran sonrisa me dijo que quería unos billetes a Greendale Yo asentí y entonces le pregunté para que día quería, y me contestó con días y horas. Pero yo que ese día parece ser que andaba un poco despistada, no me enteré muy bien y entonces al repetirle todo lo que me había dicho, ¡me confundí en todo lo que había dicho! Y como siempre me pasa cuando me confundo hago un ruido con la boca como queriendo borrar lo que he dicho. Ella se empezó a reír y yo un poco avergonzada la dije: "¿Podríamos volver a empezar?" Asintió con una sonrisa y empezó a hacer como que "rebobinaba" todo lo que habíamos dicho. ¡Fue muy graciosa! Al terminar de hacer el ruido dijo: "Buenas tardes, venía a preguntar por unos billetes a Greendale" Yo me empecé a reír siguiéndola el rollo. Lo que más me gusta de esta historia, es que la gente entiende que errar es de humanos y que un fallo siempre se puede olvidar y "rebobinar" como había hecho la chica. Sé que ahora voy un poco en defensa de los que trabajamos de cara al público, pero si alguien cuando te atiende se confunde, "rebobina" y hazle las preguntas de nuevo. Ellos te lo agradecerán y tú te iras más contento del sitio :) 

Una frase a medio terminar

Siempre lo he dicho, pero el tiempo que trabajé en las máquinas era donde me ocurrían las historias más graciosas. En frente de estas máquinas se encontraba la puerta de entrada a la estación, y los andenes se encontraban a la derecha justo al final del pasillo. Pues claro, desde mi posición veía toda la gente que entraba y salía, y sobretodo la gente que llegaba con prisas porque perdían el autobús. Ese día, vi aparecer a un chico que venía corriendo pero que al traspasar las puertas y encontrarse en la estación se relajó y empezó a andar deprisa pero sin correr, descansando de la carrera que seguro había hecho. En la estación hay una megafonia que avisa de cuando y donde va a salir un autobús, pero siempre avisa con unos minutos de antelación. Pues en el momento exacto en el que el chico había parado para ir un poco más despacio se oyó: " El autobús con destino Idun va a salir..." El chico, que justo era su destino, cogió la maleta y salió corriendo rumbo a los andenes. Pero el chico no había dado tiempo a oír todo la frase, por lo que la megafonia siguió anunciando "...dentro de 10 minutos desde los andenes 30-34" Al oír el final, el chico paró en seco y tiró la maleta. Yo que estaba viendo todo, al ver su reacción no pude hacer otra cosa que reírme, sé que es algo que nos puede pasar a todos, pero fue muy cómico ver toda la reacción porque ocurrió en menos de 1 minuto. Tanta fue la risa que me dio que me tuve que meter dentro para poder reírme a gusto; creerme cuando me da la risa no hay quién me pare. Con esta historia quiero que veáis que no siempre todo lo que oímos es lo que es al final, porque se pueden incluir finales que cambien todo la historia. 

Esta va a ser de las últimas historias que escriba de mi trabajo en esa empresa, no porque quiera terminar de contar mis historias, sino porque me gustaría también compartir con vosotros mis aventuras cotidianas, mis otras historias divertidas que a veces ocurren en la vida. Así que a partir de ahora, las aventuras pueden ser de cualquier tipo, ¡estad preparados! 

Quiero agradecer a todas las personas que me han dicho cosas bonitas de como escribo y de que les gusta mi manera de escribir. Gracias. Me hace querer seguir escribiendo y explicar al mundo que todo se ve mejor si es con una sonrisa en la cara. 

Besos a montones.

 

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